La profesora de Religión de la localidad malagueña de Monda Francisca Urbano, de la que el Obispado prescindió, según ella, tras recriminarle no ir a misa y tomar copas con compañeros, confía en ser readmitida en su puesto de trabajo tras el juicio que empieza hoy en Málaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de enero de 2002