Mi primera compra pagada en euros ha sido el abono de transportes mensual, que me ha costado 374 pesetas más que el mes pasado. Sorprendida por el excesivo incremento de su precio, me intereso por los motivos y la respuesta es previsible: fundamentalmente, mejora de los servicios.
A las nueve de la mañana del día siguiente, 2 de enero de 2002, el metro, con su mejoradísimo servicio, tarda 20 minutos en llegar a la estación de ferrocarril metropolitano El Carmen, en la línea 5.
Lógicamente, el tren llega tan abarrotado que es imposible que todas las personas que esperamos en el andén podamos subir. Otra vez a esperar, esta vez cuatro minutos.
En definitiva, 25 minutos invertidos en un tramo de dos estaciones que se puede cubrir en 10 minutos. Y 374 pesetas invertidas no sé muy bien en qué.
Supongo que en la mejora de los servicios del metro que sale en los anuncios, que, por cierto, no se parece ni de lejos a los que circulan por la línea 5. Metro de Madrid. ¿Vuela?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de enero de 2002