El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, será una excepción en la corriente renovadora iniciada por la dirección del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), ya que no piensa renunciar al cargo siguiendo el ejemplo de Joaquim Nadal en Girona y Manuel Royes en Terrassa. Siurana, que también pertenece a la hornada de ediles en activo salidos de las primeras elecciones democráticas, volverá a presentarse a la elección en los próximos comicios municipales.
Actualmente Siurana, de 58 años, está al frente del consistorio leridano con mayoría absoluta de los socialistas, aunque gobierna con la colaboración del único concejal de IC-V. El caso de Lleida ofrece matices diferentes respecto a lo esgrimido por el partido para explicar la retirada de Nadal y Royes antes de finalizar la legislatura. Éstos llevaban casi 23 años interrumpidos como alcaldes de sus municipios. En cambio, Siurana perdió la alcaldía en 1987 tras pactar CiU con el PP y el Grupo Independiente Freixes. Siurana recuperó la alcaldía dos años después gracias a una moción de censura en la que logró los votos de dos concejales tránsfugas del equipo de gobierno.
La ejecutiva socialista, después de fracasar en su intento de acceder al Gobierno de la Generalitat, acordó iniciar un proceso de renovación de cargos electos, principalmente de los alcaldes que han gobernado ininterrumpidamente desde 1979. El alcalde leridano, sin embargo, se ha situado siempre al margen de quienes han defendido la necesidad de una regeneración en el partido. El PSC ha asegurado que le apoyará si decide optar de nuevo a la reelección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de enero de 2002