La guerra de Afganistán, el alejamiento de Gari Kaspárov, demandas judiciales y acusaciones de fraude han colocado en una situación delicada a la empresa británica Brain Games (BGN) y, de rebote, al ruso Vladímir Krámnik, campeón del mundo oficioso. Éste anunció el lunes que no podrá jugar hasta octubre su duelo contra el programa Fritz, aplazado dos veces por el Gobierno de Bahrein. En el centro del huracán está Raymond Keene, directivo de BGN, quien niega casi todo.
Ese cúmulo de líos agranda aún más el caos del ajedrez de élite. Kaspárov, quien ha perdido la confianza en BGN y permanece en guerra con la Federación Internacional (FIDE), exige la revancha a Krámnik con un argumento sólido: él sigue siendo el 'número uno' del escalafón tras superar a Krámnik en los torneos de Wijk aan Zee (Holanda) y Astaná (Kazajstán). Kaspárov aclara que está en contra de resucitar el derecho a la revancha -con el que Anatoli Kárpov le hizo sufrir en 1986- pero al mismo tiempo considera que la actual situación es "excepcional".
Krámnik no quiere saber nada de revanchas y sostiene que Kaspárov debe jugar, y ganar, el Torneo de Candidatos de BGN, previsto para julio en Dortmund (Alemania), cuyo vencedor debe enfrentarse a Krámnik en octubre. Pero, el lunes, el campeón oficioso eligió precisamente octubre de 2002 para su duelo contra Fritz, aplazado en octubre de 2001 -y de nuevo la semana pasada- por la guerra de Afganistán. Por tanto, parece que Krámnik no tiene intención de defender su corona en la fecha prevista. Además, buena parte de la élite no jugará en Dortmund porque está ligada a la FIDE por contrato.
Como el primer aplazamiento del Gobierno de Bahrein fue hasta febrero, Krámnik se sintió obligado a incumplir su contrato con Wijk aan Zee, por mucho menos dinero que el de Bahrein, y anunció que se retiraba del torneo. Antes había rechazado la invitación de Linares sin explicar públicamente sus motivos. Kaspárov anunció el lunes su ausencia, por enfermedad, en Wijk aan Zee, pero jugará en Linares. Si 2002 es para Kaspárov un año tan triunfal como 2001, el título oficioso de Krámnik valdrá cada vez menos. Y la delicada situación de BGN debilita aún más la suya.
La empresa británica fue una de las muchas burbujas que nacieron al calor del auge de Internet; buena parte de sus accionistas, cuya relación obra en poder de este diario, son residentes en paraísos fiscales. En los últimos meses ha intentado fusionarse con el grupo Einstein, pero esta compañía descartó ayer esa operación, si bien considera todavía la posibilidad de comprar los activos de BGN.
Una antigua directiva, Suzanne Martin, denunció en marzo de 2001 a la policía, tras ser despedida, que BGN se había creado con "dinero negro procedente de la mafia rusa". La investigación aclaró que la acusación era absurda, pero el asunto continuó con una doble demanda, que se verá la semana que viene en Londres: Martin contra BGN por despido improcedente, y BGN contra Martin por incompetencia manifiesta y reiterada durante la organización del duelo Kaspárov-Krámnik, en octubre de 2000.
Hay varios conflictos más alrededor de BGN, y en todos ellos aparece el polémico Keene, directivo y accionista: condecorado con la Orden del Imperio Británico por su labor en pro del ajedrez, autor de más de 70 libros, columnista del diario The Times, el dominical The Sunday Times y el semanario The Spectator, ha hecho compatible todo ello con una hiperactividad como promotor y organizador de tres Campeonatos del Mundo y numerosos torneos, y ha generado más de 18 millones de euros (3.000 millones de pesetas) para el ajedrez.
Sin embargo, los métodos que a veces utiliza en los negocios dan mucho margen para que sus detractores le masacren. Ahora le acusan de "operaciones fraudulentas" en el proceso de creación de BGN, como la compra de tres empresas inactivas y de muy escaso valor por 220.000 libras (61 millones de pesetas), o la adquisición, a través de una empresa intermediaria, de tres sitios de Internet por 60.000 libras para venderlos inmediatamente a BGN por 290.000. Todo ello ha sido profusamente documentado por David Levy, excuñado de Keene, su amigo durante 30 años y socio en la empresa Mind Sports Olympiad, predecesora de BGN, hasta que se sintió traicionado y estafado en el proceso de creación de esta compañía.
Levy, quien ha influido todo lo posible en Einstein para evitar la fusión de ambas empresas, asegura en un largo y minucioso artículo que BGN no ha pagado al club elitista Home House de Londres, donde se celebraron la inauguración y la clausura del duelo Kaspárov-Krámnik, una factura de 31.000 libras (8,7 millones). Ni otras, por más del doble, a favor de Apco Asia, organizadora junto con BGN de unas competiciones en China.
Preguntado por EL PAÍS acerca de todo ello, Keene contestó lo siguiente: "BGN no depende financieramente en absoluto del duelo Krámnik-Fritz, cuyos aplazamientos solo se deben a las consecuencias de los atentados terroristas del 11 de septiembre. El Torneo de Candidatos de Dortmund no está en peligro. Cada transacción efectuada por BGN ha pasado por juristas y ha sido abrumadoramente apoyada por los accionistas. Home House ha cobrado, y tendrá que pagarnos probablemente las costas por reclamaciones falsas. Apco es nuestro socio chino, y no nos ha demandado; les debemos dinero, pero hay un plazo normal para pagarlo. Suzanne Martin debió ser despedida antes porque no estaba capacitada para su trabajo".
En cualquier caso, la situación tendría que cambiar muy radicalmente para que BGN se convierta en una alternativa válida a la no menos polémica FIDE para organizar Campeonatos del Mundo. Mientras tanto, el trono del ajedrez tendrá tres ocupantes simultáneos: el vencedor del Mundial de la FIDE, cuya final disputarán los ucranios Vasili Ivanchuk y Ruslan Ponomáriov desde el próximo día 16 en Moscú; Krámnik, el poco activo campeón oficioso; y Kaspárov, el aislado número uno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de enero de 2002