La renta variable española volvió a vivier ayer una nueva jornada de descen-en sus indicadores. La mala situación en Argentina, aunido a la tendencia negativa de todas las plazas europeas provocaron pérdidas en buena parte de los valores.
El índice general de la Bolsa de Madrid sufrió una caída del 1,42%, mientras que el Ibex 35 retrocedió un 1,62% y perdió el soporte de los 8.000 puntos. En esta ocasión, París se unió a la corriente vendedora con un 1,56%, junto con la Bolsa de Francfort que a media sesión bajaba un 1,75% y Londres con el 0,72%. Los datos económicos que se publican en la eurozona no aclaran demasiado la situación de la economía y hace que las compras se retraigan más tadavía en los mercados. El PIB en la zona euro tan sólo creció un 0,1% en el tercer trimestre, en relación al segundo trimestre, y la producción industrial alemana registró un descenso en noviembre del 1,8%.
Las medidas que poco a poco se van conociendo para solucionar la crisis Argentina tampoco convencen entre los inversores, lo que provoca mayor incertidumbre. Los expertos no dudan en que los bancos van a ver dañados seriamente sus cuentas de resultados y esta mala situación se traduce en sucesivas órdenes vendedoras en bolsa. BBVA finalizó con un descenso del 1,39% y SCH sufrió una caída en su precio del 3,24%. Repsol YPF corrió mejor suerte y se anotó una ganancia del 4,38%, después de perder en cinco sesiones consecutivas más de un 14%. Las negociaciones sobre un pago alternativo al impuesto de exportaciones argentino fue muy bien recibido en la bolsa española.
El volumen de negocio en el mercado continuo se elevó a 2.557 millones de euros, 425.473 millones de pesetas efectivas. En divisas, la moneda europea fijó un cambio medio en 0,8909 dólares y por la tarde conseguía ganar algo de terreno en 0,8923 unidades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002