El ministro de Exteriores español, Josep Piqué, advirtió ayer de que el coste de la crisis debe ser repartido de manera equilibrada entre las empresas y la sociedad. 'Las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades argentinas requieren desarrollos ulteriores y su efectividad dependerá de cómo se concreten en la práctica. Habrá que observar el grado de equilibrio que alcancen en la distribución de los sacrificios. No sería admisible que todo el esfuerzo recaiga sobre determinados sectores productivos o sobre determinados sectores de la sociedad', dijo. También insistió en que el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde debe 'dialogar' con los agentes económicos y sociales y evitar en todo caso 'las medidas heterodoxas'.
El comisario de Relaciones Exteriores de la UE, Chris Patten, que compareció ante la prensa en Madrid junto a Piqué como miembro de la troika comunitaria, insistió en esta misma idea y destacó que la crisis argentina no preocupa sólo 'a uno o dos países, ya que las inversiones comprometidas por los miembros de la UE triplican las de Estados Unidos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002