Los 4.900 docentes de los centros privados concertados (subvencionados con dinero público) de Madrid que llevan ejerciendo más de 25 años recibirán una paga única de antigüedad de hasta casi dos millones de pesetas (12.020 euros, un sueldo por quinquenio trabajado). Así se desprende del acuerdo que firmaron ayer la Consejería de Educación, las patronales de la enseñanza concertada y los sindicatos, y que supondrá un desembolso para la Administración de unos 8.500 millones de pesetas (51 millones de euros) hasta 2006. Madrid se convierte de esta forma en la primera autonomía del Estado que aplica el convenio colectivo para estos docentes acordado a nivel estatal entre la patronal y los sindicatos a finales de 2000, y que la propia Comunidad había impugnado por entender que conlleva unos gastos para el Gobierno regional cuando éste no los había negociado.
'Hemos entendido que había una responsabilidad solidaria por parte de la Administración hacia los titulares de los centros', dijo el viceconsejero, Juan Gónzález Blasco, quien reconoció que la decisión de adelantar esta paga -que hasta ahora se hacía efectiva en el momento de la jubilación- ha sido provocada en parte por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, que entendía esta bonificación como parte del salario (y, por tanto, debía hacerse cargo de ella el Gobierno regional). Patronal y sindicatos se mostraron muy satisfechas con el acuerdo, que negociaban desde hace nueve meses.
No ocurrió lo mismo con la oposición. Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación, reprobó esta medida. 'No entendemos por qué la Comunidad de Madrid ha de ser siempre la primera en asumir costes cuando se trata de beneficiar a la enseñanza privada', denunció. Y añadió: 'Es una broma que el dinero de todos los madrileños tenga que sufragar esta medida. ¡Que lo paguen las patronales!'. Franco González, de IU, fue igualmente duro: 'A los empresarios no les cuesta ningún trabajo firmar lo que haya que firmar si es con pólvora ajena. Pero si reconocen unos beneficios para sus trabajadores, que me parece muy bien, que los asuman ellos', dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002