Durante los primeros días del euro he comprado en pequeños y grandes comercios. Me gustaría rendir un modesto homenaje a las cajeras, que son las que están llevando el peso del cambio de moneda. Y en todos los casos que yo conozco, con una profesionalidad admirable. Gracias. No es fácil la cosa.- Agustín Olivera Martín. Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 11 de enero de 2002