Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Tribuna:SEGUNDA MODERNIZACIÓN

Un nuevo horizonte para Andalucía

Se podrá discutir sobre el grado y alcance del proceso de modernización que ha experimentado Andalucía en los últimos veinte años, pero lo que asume hoy todo el mundo es que, en estos inicios del Siglo XXI, ante unos procesos de cambio tecnológico, económico, social y cultural tan profundos y extendidos como los que se están produciendo a escala mundial, Andalucía tiene que definir un nuevo horizonte para sí misma.

Esos cambios representan retos pero también oportunidades para Andalucía, si el conjunto de la sociedad andaluza, sus agentes económicos y sociales, sus organizaciones ciudadanas y sus instituciones asumen un compromiso común para vencer inercias y emprender nuevas metas. Estamos hoy en buenas condiciones para hacerlo, pero eso requiere audacia, esfuerzo e ilusión colectivos.

Varias son, a mi juicio, las apuestas que pueden definir ese horizonte. La primera es la del conocimiento y el espíritu emprendedor: conformar en Andalucía un sistema continuo entre Conocimiento, Tecnología y Empresa, que garantice las sinergias entre capital social y actividad productiva, para hacer posible un proceso continuado de crecimiento económico, creación de empleo y sostenibilidad es la mejor garantía para participar activamente en el proceso de globalización.

La segunda apuesta es la de la cohesión: en esta nueva etapa va a ser necesaria más que nunca toda la capacidad de iniciativa de la sociedad andaluza, de sus sectores sociales, y de sus diversos territorios. Una sociedad en la que se combata decididamente la exclusión social tendrá más fortaleza y será, por ello, más competitiva en este tiempo. De la misma forma, Andalucía tendrá más poder y más protagonismo si somos capaces de que cada ámbito territorial encuentre su sitio y defina su tarea en el seno de un proyecto común de todos los andaluces, tanto para avanzar en el diseño solidario de la España plural definida en la Constitución, como para construir una Europa de los ciudadanos y de los pueblos.

Para que Andalucía sea esa sociedad emprendedora y cohesionada será necesario dotarla de los instrumentos precisos. Y ello nos conduce a la tercera apuesta: los poderes públicos y la Administración. Igual que hace veinte años Andalucía supo ver que el poder político era imprescindible para salir del atraso, ahora es preciso que los andaluces nos dotemos de una Administración ágil y descentralizada, sometida a una evaluación permanente, favorecedora de los impulsos sociales, adaptada a la integralidad de las nuevas políticas. Junto a ello, el marco estatutario y legislativo que sea congruente con las metas propuestas y con las estrategias diseñadas para alcanzarlas.

Ésta es la Andalucía posible que entre todos debemos empezar a construir desde ahora. Nadie debe renunciar a ella, ninguna idea sobra para diseñarla, ninguna voluntad debe ser inútil para alcanzarla.

Manuel Gracia Navarro es secretario General del Grupo Socialista en el Parlamento de Andalucía. MANUEL GRACIA NAVARRO

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 12 de enero de 2002