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Entrevista:MIKEL ERENTXUN | TROTAMUNDOS

Escocia en furgoneta

Usted es de los que cogen carretera y manta, ¿verdad?

Sí, así lo hice el pasado verano. Salí de San Sebastián con mi novia, en mi furgoneta, rumbo a Escocia. Para poder dormir sobre ruedas quitamos los sillones traseros y pusimos colchones en el suelo.

Intuyo un viaje de improvisaciones y sorpresas.

Pues sí, porque no reservamos nada, fuimos a la aventura y nos salió muy bien. Para empezar, y aunque nuestro destino era Escocia, decidimos dar un rodeo por Amsterdam... Luego cruzamos el estrecho hacia el Reino Unido. Primero visitamos a una amiga en Brighton, y luego atravesamos Londres, las tierras bajas, Glasgow, Edimburgo... y hacia el Norte.

La furgoneta echaría humo.

No mucho. Y eso que fuimos por un lado y volvimos por otro. Un recorrido maravilloso. Y luego está ese romanticismo de los lagos, castillos, bosques... un ambiente de lugar antiguo y mágico.

¿La magia no termina cuando se duerme sobre el suelo de una furgoneta?

Qué va. Yo llegaba a un área de servicio, paraba la furgoneta y dormíamos ahí mismo. Y era maravilloso. Y a lo mejor al día siguiente dormíamos en un hotel de superlujo en Edimburgo.

Lo suyo son los contrastes.

Me gusta poder alternar. Visitar una galería de arte y un museo en Glasgow, y luego, un castillo derruido, o estar un día sin hacer absolutamente nada, salvo pasear por el monte. Y dedicar un día a comer bien, y al día siguiente, entrar en un McDonald's. La variedad en un viaje largo es fundamental.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de enero de 2002