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Peinados y perfiles de ojos

Las señoritas de Avignon, una de las principales obras de Picasso y también una de las más conocidas, evoca el mundo ibero. Los especialistas aseguran que la influencia de las pequeñas piezas iberas que impactaron al pintor en el Louvre se percibe a lo largo del conjunto de su obra.

No es extraño si se tiene en cuenta que Picasso tenía en su propia casa una colección privada formada por exvotos ibéricos de bronce. Por ellos sentía entusiasmo y los observaba para luego expresar en el lienzo los peinados de las mujeres y la forma que tenían los artistas de la época en reflejar los ojos en las esculturas. El perfil o el ojo de frente tan característicos de Picasso estaban reflejados en las obras iberas. El pintor malagueño no escapó a la corriente de su época denominada primitivismo de finales del siglo XIX y principios del XX, que buscó la influencia de culturas ancestrales, tanto europeas como africanas.

Como curiosidad, la idea de la exposición relacionando al pintor malagueño con el mundo ibero surgió a causa de una tesis doctoral sobre este tema.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002