Cada mañana compro EL PAÍS y tomo un café en el mismo establecimiento. Por este diario pago lo mismo de siempre; sin embargo, por el café, que costaba 105 pesetas (0,60 euros), ahora me cobran 0,72 euros (120 pesetas). A partir de ahora los consumidores somos un poco más pobres. ¿Quién dijo que los precios no iban a subir?.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002