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Tribuna:DEBATE

Algo se mueve

La industria audiovisual es uno de los sectores estratégicos de la economía actual. La Comunidad Valenciana está retrasada. Pero este año será crucial, coinciden en señalar desde la Generalitat hasta los profesionales que han sentado unas bases de diálogo. Se debe dar el paso para no perder el tren, para lanzar y consolidar un sector maltrecho, que asoma poco a poco la cabeza. El Libro Blanco del Audiovisual, una radiografía de la situación y las necesidades del sector, que se presentará próximamente, y la futura Ciudad del Cine de Alicante centran parte de las esperanzas. Pero no todos comparten que este último gran proyecto pueda incidir en el sector y reclaman, sobre todo, que Canal 9 cumpla su deber.

La Comunidad Valenciana se mueve. El 2002 será el verdadero año audiovisual. Todos los profesionales del sector audiovisual valenciano y la Administración tenemos la obligación y la responsabilidad de hacer partícipe a la sociedad valenciana de que vamos a vivir un año histórico y que, según el esfuerzo que hagamos durante este año, recogeremos el fruto del sueño de todo cineasta valenciano: la creación de una maquinaria indispensable para la merecida estabilidad audiovisual.

A lo largo del 2002 se realizarán en nuestra Comunidad más de diez películas, algo absolutamente impensable hace un año. Nunca en la historia del audiovisual valenciano se habían producido más de cuatro largometrajes en un año. Por otro lado la Asociación de Productores ha propiciado en este último año la realización de cursos de formación para productores, y lo volverá a hacer este año en dos ocasiones más. En una de ellas, conjuntamente con TVV, abrirá una puerta a la ficción. Posiblemente también se constituyan los primeros Premios del Audiovisual. Desde la recién creada Federación de Asociaciones de Empresarios se canalizarán los intereses de los mismos de una manera más directa, y desde la nueva Junta Directiva de FEVA se abrirán nuevas y más modernas líneas de acción. Esta Federación ha sido la verdadera responsable de la creación del tan ansiado libro blanco, otro hito en nuestro panorama. Y por último, todos esperamos que el 2002 sea el año para el inicio de la Ciudad de la Luz. La confianza depositada, tanto por parte de la Administración como por el sector empresarial, en Luis García Berlanga como inductor de lo que puede ser un centro audiovisual de dimensiones internacionales nos llena de esperanza.

Todo lo citado nos llena de ilusión pero también de responsabilidad. La misma que deseamos inculcar y exigir a la Administración Autonómica Valenciana. Su respaldo es especialmente importante en un año de desaceleración o crisis económica. El sector audiovisual puede y debe ser uno de los que puedan y deban corregir los efectos recesivos, ya que es un sector claramente en expansión. Sin un apoyo claro y decidido, el productivo 2002 será sólo una quimera

Miguel Perelló es productor.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002