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Tribuna:DEBATE

Ara va de bó?

La industria audiovisual es uno de los sectores estratégicos de la economía actual. La Comunidad Valenciana está retrasada. Pero este año será crucial, coinciden en señalar desde la Generalitat hasta los profesionales que han sentado unas bases de diálogo. Se debe dar el paso para no perder el tren, para lanzar y consolidar un sector maltrecho, que asoma poco a poco la cabeza. El Libro Blanco del Audiovisual, una radiografía de la situación y las necesidades del sector, que se presentará próximamente, y la futura Ciudad del Cine de Alicante centran parte de las esperanzas. Pero no todos comparten que este último gran proyecto pueda incidir en el sector y reclaman, sobre todo, que Canal 9 cumpla su deber.

También en el audiovisual, la Comunidad Valenciana es vista de otra manera, desde hace poco más de un año, por la gente que nos mira desde fuera. El proyecto de la Ciudad del Cine, o de la Luz, el éxito reciente de producciones made in Valencia (las dos últimas, L'illa de l'holandés y Severo Ochoa) y los anuncios de grandes inversiones para el fomento, han creado una euforia que hace que bastante gente se diga que algo nuevo está pasando aquí. De puertas adentro, los optimistas, contados, dicen que es una confirmación de que ya se ha encontrado la fórmula. Los pesimistas, abundantes, aseguran que es otra cortina de publicidad más o menos pasajera.

Los directores y los guionistas valencianos trabajamos con la ficción y por eso en política la filosofía que más nos gusta es el realismo. ¿Qué dice, últimamente, la realidad del cine y la televisión, incluida la parte que les toca a los políticos? Nada espectacular pero mucho menos catastrófico. Queremos decir que ni en el Libro Blanco, ni en la Ciudad del Cine ni en la 'refundación de las estrategias' de Canal 9 con respecto a la producción independiente, ni en la mejorable gestión de las subvenciones del Instituto del Cine reside una clave única o mágica.

Puede que sean factores de un cambio pero no son el cambio porque ese cambio sólo llegará como consecuencia de una política global, a medio plazo -con una ley de por medio y una reforma administrativa-, y pactada entre los poderes públicos, la industria, sea cual sea su desarrollo actual, y los profesionales. ¿Estamos ahora más cerca de esa política que hace cinco años? Tal vez sí pero no es seguro. Que se recuerde, la Generalitat, la socialista y la popular, ha ensayado ya cuatro o cinco políticas distintas (empezando, hace casi trece años, por la creación de Canal 9) y aún tenemos un buen trecho por delante para ponernos al nivel de los gallegos y de los catalanes. Quede claro que, en nuestra opinión y en este caso, ser realista es también arrimar el hombro para hacer camino. En eso estamos.

Joan Álvarez es vicepresidente de Escriptors Valencians de l'Audiovisual

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002