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CRÓNICA

Tres chispazos en la oscuridad

Tiko gana el duelo de tiradores a De Pedro y otorga el triunfo al Athletic frente a la Real Sociedad

Athletic y Real se miraron en el espejo y examinaron todas sus carencias y algunas de sus virtudes. Suele ocurrir en estos casos en los que prevalece el músculo y la ansiedad sobre el raciocinio y la paciencia. El Athletic agudizó su falta de toque para sacar el balón jugado desde la defensa y su falta de ingenio para manejarlo en el medio campo.

En conclusión: juego lento, previsible y más pasión que tacto para llegar al área. La Real, con Kovacevic al cincuenta por ciento, insistió en su indolencia ofensiva: mucho toqueteo, pero poca pegada.

ATHLETIC 2 - REAL SOCIEDAD 1

Athletic: Lafuente; Javi González, Lacruz, Óscar Vales (Murillo, m. 45), Larrazabal; Tiko, Carlos García, Alkiza, Ezquerro; J. Etxeberria (Felipe, m. 81) y Urzaiz.

Real Sociedad: Westerveld; López Rekarte, Kvarme, Luiz Alberto, Aranzabal; Xabi Alonso (Aranburu, m. 56), Idiakez; Tayfun (De Paula, m. 66), Khokhlov (Llorente, m. 81), De Pedro; y Kovacevic

.Goles: 1-0. M. 39. Urzaiz cede de cabeza hacia atrás y Tiko desde fuera del área marca de tiro ajustado al poste.1-1. M. 46. Libre directo de De Pedro que sortea a la barrera, por raso, y el balón entra, pegado al poste, tras una hacer una parábola. 2-1. M. 59. Disparo precioso de Tiko desde fuera del área que se cuela por la escuedra tras rozar el larguero. Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Xabi Alonso, Idiakez, Aranburu, Llorente y a Urzaiz. Expulsó a Toshack (m. 70) por protestar el gol anulado a Kovacevic.

Unos 38.000 espectadores en San Mamés, con presencia de un millar de seguidores de la Real Sociedad.

Claro que el fútbol, hasta en casos como éstos, de atrofia mental, reserva un lugar para los elegidos en alguna de sus categorías. Ayer les tocó a los pegadores, esa especie que sólo necesita el zapato para inventarse un gol, porque lo manejan con la misma soltura que un guante. Primero fue Tiko, un futbolista anárquico, peleado con la táctica del juego, que se sacó un derechazo ajustado al poste que obligó a Westerveld a hacer la estatua, la imagen más impotente de un portero.

Después le tocó el turno a De Pedro que halló en un libre directo su estrella particular. Su zurdazo fue un prodigio de técnica de golpeo: superó a la barrera por bajo, con un efecto endiablado, muy parecido al que otorgan a la bola los jugadores de billar en sus exhibiciones de malabarismo. Tiko desniveló el duelo de tiradores con otro derechazo impresionante.

Tres chispazos en un partido sin chispa, tres ejercicios de precisión en un partido impreciso, entre dos equipos sin ritmo. La tradición dicta que los derbies extraen lo peor de los equipos. Ayer se dió un paso más para afianzar el tópico.

El medio campo era un solar. Todo un mal presagio. A Xabi Alonso, todo un proyecto, le salió a relucir el carácter más que el juego. Es decir se hizo vulgar y acabó devorado por un Alkiza más inteligente. A Carlos García, falto de forma, el campo se le antojaba un desierto inconmesurable. Así que a pegar pelotazos o pases atrás, como los toreros derechazos o adornos. Un juego que iba mejor a las intenciones de la Real Sociedad de manejar el partido con calma y hacerse con el balón. En ello estaba, ganando metros, amagando, cuando volvió a aparecer Tiko, el futbolista talismán, con un gol de los que pasan directamente a las videotecas. En su bota derecha acumula todo el ingenio que a veces le falta en su juego.

Al partido le sobraba intensidad, pero tenía calidad individual a cuentagotas. Le faltaba la polémica habitual. Esta vez le tocó a la Real. El árbitro le anuló un gol legal a Kovacevic en una decisión incomprensible y de paso envió aToshack fuera del banquillo. Ya hay de que hablar para olvidarse de la falta de juego. De Tiko, de De Pedro y del árbitro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002