Estados Unidos ha dado el primer paso para juzgar en tribunales militares a los detenidos en Afganistán trasladados a la base de Guantánamo, en Cuba: no considerarlos prisioneros de guerra, sino "combatientes ilegales". Esta categoría elimina en principio los derechos reconocidos en la Convención de Ginebra y abre las puertas a un terreno legal nunca antes explorado y, por tanto, abonado para crear nuevas normas. Por el momento, el Pentágono sigue sin definir la situación legal de los detenidos y tampoco les ha imputado cargos. La prioridad, señala el secretario de defensa, Donald Rumsfeld, es interrogarles con el fin de obtener información sobre Osama Bin Laden y su organización terrorista.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002