Soy un joven de 16 años que, como la mayoría de mi edad, recibo una paga de mis padres para poder salir por ahí y pasar las tardes. Con la adaptación al euro, conseguí que mis padres me subieran un poco esa paga. Una subida que no es ni de un 5%, pero yo salí muy feliz. Pero esa felicidad se me está borrando de la cara poco a poco. El otro día salí a dar una vuelta y entré en una tienda a comprar unas gominolas. Cuál fue mi sorpresa al ver que ahora han pasado de cinco pesetas a cinco céntimos, esto es, una subida del 66,386%. Decidí no comprar nada. Entonces decidimos mis amigos y yo ir al cine. Y al entrar vimos que la entrada, que ya subieron en noviembre, la habían vuelto a subir. ¡Y menuda subida! ¡El redondeo al paso del euro es exagerado! Total, que borramos de nuestra cabeza el ir al cine y pensamos ir a un salón recreativo que tiene máquinas que antes de Año Nuevo costaban 25 pesetas. Ahora vamos y vemos que ya cuestan 20 céntimos, o sea, una subida del 33,10%. Total, que no queremos que nos timen y decidimos sentarnos en un banco a comer unas pipas (que por ahora no han subido) y a hablar, ya que todavía no hay que pagar por ello. Cuando me quejo a mis padres y les exijo más subida, ellos dicen que a ellos no les van a subir el sueldo un 66% ni un 33%, ni siquiera un 5%. Así que me dicen que esté contento. ¿Qué puedo hacer para que mi paga me dure lo mismo que hasta ahora, teniendo en cuenta que además me ha subido un 5%? No lo sé ¿Algún consejo?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002