A pesar de la infinidad de preguntas, respuestas, análisis y opiniones que se han publicado en las útimas semanas en relación a la crisis argentina, hay algunas preguntas que he echado en falta y que me intrigan profundamente.
¿Por qué el FMI ha estado apoyando durante tres años lo que todos los analistas ahora reconocen como una carrera hacia el abismo?
¿Por qué, si era evidente que la sobrevaloración del peso estaba arruinando día a día a las empresas argentinas, incapaces de competir con el principal socio comercial, Brasil, no recomendó el FMI la devaluación?
¿Por qué los expertos del FMI recomendaron todo lo contrario, dolarizar definitivamente la economía argentina? ¿Tiene esto algo que ver con el recelo de Washington hacia Mercosur o con su voluntad de crear alianzas comerciales bilaterales con las principales economías de Latinoamérica?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 13 de enero de 2002