Gregorio Fuentes, patrón del yate El Pilar, del escritor y premio Nóbel Ernest Hemingway en la isla de Cuba, que inspiró el personaje central del relato El viejo y el mar, murió ayer en Cojímar, localidad habanera donde vivió la mayor parte de sus 104 años.
Desde el embarcadero de Cojímar, a unos ocho kilómetros al este de La Habana, Gregorio solía salir a navegar y pescar con Hemingway, a quien llamaba Papa, a bordo de El Pilar, en largas excursiones por el Caribe.
Gregorio recibía desde hace años en su casa a turistas y periodistas que buscaban un autógrafo, una foto, o bucear en la memoria del viejo pescador, que hasta hace algún tiempo aún conservaba intactos momentos y anécdotas que vivió junto a Hemingway, al que conoció al auxiliarlo cuando la lancha del novelista se había quedado sin gasolina en medio de una tormenta tropical cerca de las costas de Cuba.
Así relataba Gregorio su encuentro: "Me hizo señales para que lo recogiera. El tiempo era muy malo. Lo llevé a La Florida, hasta un lugar que él no conocía.El cubano sabe, me dijo. Si uno es marinero, tiene que saber, respondí. Nos hicimos amigos. Hemingway me dijo: Quiero que seas mi patrón. Mi primera orden es que te tomes un whisky conmigo y la segunda que nos vamos a pescar ahora mismo al golfo".
Gregorio dejó de navegar tras la muerte de Hemingway, a quien consideraba "una persona con un corazón humano que a pocos he visto. Era un hombre que respetaba a todos, y a todo el mundo le daba su regalo. Yo fui su cocinero, marinero, capitán de su barco, su compañero".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de enero de 2002