El periodista y escritor José María Sánchez-Silva, autor del cuento Marcelino pan y vino, que dio origen a la célebre película interpretada por Pablito Calvo, murió el domingo en Madrid, donde nació en 1911, y fue enterrado ayer en El Escorial, donde vivía.
Sánchez-Silva compaginó siempre el periodismo y la literatura, con incursiones en el teatro, los guiones y el ensayo. Trabajó en Arriba, donde fue redactor jefe y subdirector, y luego colaboró como articulista en Abc. Fue, ante todo, un reconocido cuentista infantil: recibió el Premio Andersen, algo así como el Nobel de la literatura para niños, en 1968.
Su cuento más famoso fue sin duda Marcelino pan y vino, la historia de un niño huérfano -como el autor- que encontraba a Cristo en un desván. El cuento fue escrito en 1953, y llevado al cine por Ladislao Vajda en 1955. Sánchez-Silva escribió diversas secuelas que no tuvieron la misma repercusión. El filme no sólo se limitó a atravesar las fronteras de la España franquista, sino que las pulverizó. La película se vio en todo el mundo, y hubo países, como Italia, en que entusiasmó a centenares de miles de espectadores. Vajda fue también autor de Mi tío Jacinto y El cebo, dos grandes películas del cine español.
Sánchez-Silva, que escribió casi medio centenar de obras, fue, en palabras de Eduardo Haro Tecglen, uno de los "excelentes escritores de la Falange civilizada con Sánchez Mazas y Víctor de la Serna".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de enero de 2002