La junta local de seguridad ciudadana de Melilla adoptó ayer una propuesta realizada por el delegado del Gobierno en esta ciudad, Arturo Esteban, para paliar los poblemas de delincuencia juvenil que viene sufriendo la ciudad en los últimos meses. La iniciativa es la siguiente: "A aquel joven al que se le coja delinquiendo, y si lo permite la autoridad judicial, que no sea español y que tenga permiso de residencia, será expulsado de Melilla y también su familia". Esteban lanzó su mensaje a "aquellas familias a las que tanto trabajo les ha costado adquirir el permiso de residencia, para que extremen la vigilancia sobre los miembros que la componen, porque luego no habrá ningún tipo de cuestión que discutir. Aquél que lo haga se irá".
Las fuerzas de seguridad han detenido a varios componentes de bandas, la mayoría adolescentes, que destrozan vehículos para robarles el aparato de música, o se dedican a ir en moto por el centro de la ciudad arrebatando los bolsos y carteras de los viandantes.
"El problema de la delincuencia que estamos viviendo", continuó Esteban, "no es un problema sólo de las fuerzas de seguridad del Estado, sino un problema de educación y cultura, y del mal control que las familias hacen sobre los miembros de la misma".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de enero de 2002