Esta misma semana he recibido dos noticias del Ejército español. La primera en llegar fue una carta en la que se me comunicaba que, como el servicio militar ha acabado, se me pasa a la reserva por tres años. La segunda es la fecha de mi juicio por insumisión, para el próximo mes de febrero.
Nunca le he concedido un gramo de lógica a la institución militar, y menos ahora que están que se salen, pero me parece ya una ridiculez que se continúe juzgando a insumisos dos meses después del fin del servicio militar obligatorio.
No lo entiendo, pero supongo que es porque no estoy muy puesto en metafísica, y disto mucho del nivel intelectual de los que, como el ministro Trillo, se dedican a esa materia. A mí, por ejemplo, me suenan a extraterrestres las teorizaciones sobre 'la unidad de destino en lo universal' a las que se ha dedicado el ministro en la última Pascua Militar.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de enero de 2002