Me gustaría hacer un par de aclaraciones sobre ciertos temas de la peseta, el euro y el redondeo, en los que hasta el momento se ha producido cierta confusión o falta de información.
En primer lugar, el 'redondeo' se refería originalmente a los decimales producidos al realizar la conversión de pesetas a euros.
Esta operación aritmética puede generar una cantidad de decimales que va desde cero hasta infinito. El objetivo del redondeo, que se efectúa por unas reglas de sobra difundidas, es reducir este número de decimales a un máximo de tres.
Lo que la propia Administración y la mayoría de los comerciantes están haciendo bajo la excusa del redondeo no es limar decimales, sino subir los precios, sin más. Por tanto, al hablar de redondeo se están confundiendo, con el mismo término, dos conceptos distintos y, además, se está disimulando un abuso.
Otro punto que, creo, nadie ha tenido en cuenta se relaciona con la historia de la peseta. Nuestra moneda hasta hace unas semanas no nació en 1868, como todo el mundo piensa. De hecho, la peseta que hemos venido utilizando regularmente no es sino la moneda 'nacional' emitida por los militares alzados en 1936, que tenía un valor y utilidad diferente al de la peseta 'republicana', que sí era ladivisa legal, continuadora de la moneda original española. La peseta gubernamental, además, quedó privada de valor en las regiones del país que iban siendo conquistadas por los sublevados. La peseta franquista, por tanto, era una moneda nueva con el mismo nombre de la antigua. De este modo, el alzamiento militar consumó en el plano económico y monetario la ruptura del Estado que se había producido ya en los aspectos social, humano, cultural y político.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 15 de enero de 2002