La Delegación de Salud de Málaga estima que el fraude a la Seguridad Social con recetas de pensionistas cometido por un médico, un farmacéutico y otras dos personas podría rondar los nueve millones de euros (1.500 millones de pesetas ). Aunque de momento ha documentado falsificaciones por 3,6 millones de euros (600 millones de pesetas), la Administración calcula que la estafa dobla con creces esa cifra.
El supuesto fraude dejó pingües beneficios a sus autores. Primero, porque usaban recetas de pensionistas subvencionadas al 100% por la Seguridad Social y, segundo, porque siempre 'recetaban' medicamentos caros. El modus operandi requería la coordinación de los cuatro imputados. Dos de ellos falsificaban los cupones punteados de las medicinas, el farmacéutico los pegaba a las recetas que les facilitaba el médico y luego las entregaba a la Seguridad Social. Cuando cobraba, se repartían las ganancias.
El facultativo está apartado del servicio ya que fue expedientado por el Servicio Andaluz de Salud, pero la farmacia sigue abierta. Los abogados de la Delegación estudian si procede pedir su cierre cautelar al juzgado que lleva el caso, máxime cuando el farmacéutico ya está imputado en otro delito de falsificación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002