La familia de la niña ahogada en Utrera el pasado diciembre llevará a la Guardia Civil a los tribunales por, en principio, la presunta detención ilegal de la madre de la pequeña. La mujer está acusada de omisión del cuidado de la menor.
El padre de la pequeña, José Luis Bocanegra, aseguró que su objetivo en los juzgados eran los guardias de la policía judicial que, según él, hicieron públicos los presuntos abusos sexuales que habría sufrido el bebé. Un médico y el forense citaban los presuntos abusos, pero el Instituto de Toxicología no encontró rastro alguno, al menos, en la muestra de tejido que analizó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002