Las malas perspectivas de la economía mundial, materializadas sobre todo en el anuncio de grandes pérdidas empresariales, junto con los datos económicos negativos de Estados Unidos y el deterioro de la economía japonesa, provocaron ayer caídas generalizadas en los mercados de valores. La Bolsa de Nueva York cerró con un descenso del 2,13% en su índice Dow Jones. En España, las empresas con intereses en Argentina arrastraron otra vez al Ibex 35 a una caída del 1,82%. El euro se depreció el 1,18% frente al dólar.
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La Bolsa recibió ayer la sacudida de unos resultados empresariales negativos y unos datos que no reflejan precisamente que la economía haya tocado fondo. Los inversores de todo el mundo se vieron obligados a revisar a la baja sus expectativas sobre una recuperación más o menos cercana y las bolsas sufrieron serios recortes.
Los anuncios de pérdidas o descensos de beneficios empresariales en el cuarto trimestre de 2001 fueron el detonante para la caída de los grandes mercados, junto con algunos datos económicos estadounidenses. Intel anunció ayer un descenso del 77% en sus beneficios, mientras que los de General Motors cayeron el 58%. JP Morgan Chase perdía 332 millones de dólares. En el otro lado del mundo, la firma coreana Samsung Electronics anunciaba un descenso del 51% en sus beneficios del año 2001 debido a la crisis del mercado de semiconductores. Opel, la filial europea de General Motors, anunció pérdidas récord de 674 millones de euros el pasado año.
Los inversores ya esperaban que el último trimestre de 2001 ofreciera datos negativos, pero se están superando las expectativas y las cotizaciones sufren los ajustes correspondientes. A ello se sumó la publicación ayer del conocido como libro beige de la Reserva Federal donde se expresan malos augurios para la economía estadounidense. La Bolsa de Nueva York cerró con pérdidas del 2,13% en su índice Dow Jones, y el Nasdaq, del 2,82%.
El Banco de Japón fue, en realidad, el que tiró la primera piedra en esta jornada al afirmar en su informe mensual de coyuntura que la economía japonesa continúa deteriorándose al alcanzar el desempleo el máximo histórico del 5,5% en el pasado mes de noviembre. La producción industrial ha decaído y la demanda interna no se recupera, aunque las exportaciones parece que han tocado fondo en su descenso. Con estos datos, el banco afirma que la situación "dista mucho de apuntar hacia una recuperación".
En el caso español volvió a pesar la situación argentina sobre los grandes valores y se perdió prácticamente todo lo ganado el día anterior, a pesar de que la agencia de valoración Standard and Poor's mantiene sus calificaciones para las compañías españolas con "exposición" en Argentina al considerar que están "perfectamente ajustadas", a no ser que la situación se contagie a otros países como México o Brasil.
Para esta agencia, el impacto de la crisis en los dos grandes bancos provocará caídas en los beneficios, pero añade que tienen capacidad para aguantar porque "además se han dotado de provisiones para afrontar los acontecimientos". Para los inversores españoles, sin embargo, la adquisición por parte del SCH del 18,54% de las acciones del Banco del Río de la Plata que aún no estaban en su poder supone incrementar un riesgo que ya era muy alto y que, justo un día antes, habían considerado como controlado. El índice Ibex 35 cayó el 1,82% de la mano de SCH, que perdió el 2,86%; BBVA, con un descenso del 2,33%; Telefónica, que bajaba el 2,73%, y Repsol YPF, que cedió el 3,33%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002