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3.000 policías municipales se manifiestan contra la reforma de la edil Tardón

Los sindicatos de policía harán cumplir 'a rajatabla' las ordenanzas si el Ayuntamiento no acepta sus peticiones

Alrededor de 3.000 agentes de la Policía Municipal (la plantilla está formada por unos 6.000) se manifestaron ayer entre la Puerta del Sol y la plaza de la Villa en protesta por la reorganización del cuerpo que ha impuesto la tercera teniente de alcalde y responsable de Policía, María Tardón. Los concentrados pidieron la dimisión de la edil por la falta de medios y de personal que sufren las diversas unidades (en especial, las nocturnas), lo que ha degenerado, según los sindicatos, en una menor eficacia en el servicio a los ciudadanos. Tardón calificó de 'injustificada' la protesta, y recordó que el Ayuntamiento invirtió 8.000 millones de pesetas el año pasado en recursos humanos, medios y formación.

La protesta fue convocada por los cinco sindicatos mayoritarios en la Policía Municipal: UGT, CC OO, CSI-CSIF, Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) y Unión de Policía Municipal (UPM). Sólo se desmarcó el Sindicato de Mandos, que representa sólo a los oficiales del cuerpo.

Los policías concentrados corearon cánticos como 'alcalde, escucha, la policía en lucha' o 'somos policías, no terroristas'. Los representantes sindicales se quejaron de que la reorganización ideada por la concejal María Tardón -asignación de los agentes por distritos y creación de la llamada policía de barrio- ha supuesto menor presencia policial en las calles de la capital y falta de personal en algunos servicios. 'Algunos compañeros tienen que doblar turnos y hacer hasta 16 horas seguidas porque no somos suficientes', aseguró Delia López, representante de CC OO. Además, unos 1.000 agentes están dedicados a tareas administrativas y a funciones que no son propias de la Policía Municipal, según los sindicatos. Miguel Ángel Alonso, secretario general de CPPM (sindicato mayoritario de la Policía Municipal de Madrid), aseguró que los agentes no están pidiendo una subida de sueldo, sino que se les dote de 'buenos medios y materiales para ofrecer un buen servicio al ciudadano'. 'Por ejemplo, algunos compañeros tienen que llamar desde sus teléfonos móviles porque se les acaban las baterías de las emisoras en mitad del servicio, con el peligro que ello implica', señaló Alonso. Los sindicatos amenazaron con trabajar 'a reglamento' (aplicar 'a rajatabla' las ordenanzas municipales y sancionar todas las infracciones) si no se aceptan sus peticiones. La concejal Tardón replicó que está dispuesta a negociar con los sindicatos, con los que ya tiene fijadas cinco reuniones. En ellas se abordará la distribución del personal, la valoración de los puestos de trabajo y los procesos selectivos. Según la edil, únicamente se ha acordado la ampliación de los plazos en las negociaciones, dada la complejidad de las mismas. La Delegación del Gobierno anunció ayer que multará a los sindicatos por estallar petardos en la manifestación y arrojar huevos a la Casa de la Villa al final de la marcha, además de por no respetar el itinerario autorizado. Éste se fijó por una acera y un carril de la calle Mayor, y no por el centro de la calzada, por donde al final transcurrió la marcha.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 17 de enero de 2002