No hace tanto, tan cerca como en 1984, nadie en España pudo ver en directo cómo, tras heroica jornada de lucha con Tom Watson, Severiano Ballesteros ganaba en Saint Andrews su segundo Open Británico, uno de los hechos memorables del deporte español. Pero por entonces, en 1984, eso no era nada, por lo menos para Televisión Española, que consideraba más merecedores del directo los consuetudinarios hechos acontecidos en una jornada de turf en el hipódromo de Lasarte.. Claro que por entonces, sólo hace 17 años, el golf era una cosa minoritaria en España, un deporte de escasos privilegiados, de escasos 27.000 federados y escasos 65 campos en toda España.
'Y si me dicen por entonces, que era cuando yo empezaba a jugar, que llegaría el momento en que habría un canal televisivo dedicado única y exclusivamente al golf, sólo golf y nada más que golf, no me lo habría creído', dijo José María Olazábal. Lo dijo ayer, en Madrid, en la Torre Picasso, el golfista guipuzcoano acompañado por, apropiadamente, Severiano Ballesteros. Lo dijo, más apropiadamente aún, el día de la puesta en marcha de Golf+, el primer canal de televisión en Europa íntegramente dedicado al golf (en el dial 52 de Canal Satélite Digital). Un empacho.
Parece mucho, pero las cosas del golf han cambiado tanto en España que la creación de este canal, en el que en directo se emitirán 34 torneos del circuito europeo, 38 más del americano, donde juegan Olazábal, Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, tres torneos del Grand Slam (todos, salvo el Masters de Augusta), y varios circuitos más hasta un total de más de 140 torneos al año, no es más que la certificación de la especie de fiebre del golf que no invade.
Los federados ya llegan a 200.000 (la tercera federación en licencias, tras el fútbol y el baloncesto), los campos privados son ya 250 y los públicos, la eterna reivindicación de Ballesteros, Olazábal y demás campeones, misioneros obligados de su deporte tantos años, son ya 20.
'Hoy es un día muy grande', aseguró Ballesteros, 'un día muy importante en el camino de acercar el golf a la gente de la calle'. El cántabro después, conjuntamente con Olazábal, pulsó un botón en forma de pelota de golf y Golf+ empezó a emitir. Las primeras imágenes, un clip de apenas 30 segundos, fueron un perfecto resumen de la historia del golf en España, desde los tiempos minoritarios a los populares actuales: un arco que comienza en 1979, julio, Inglaterra, Royal Lytham, hoyo 13º, un largo birdie de Ballesteros que descorazona a Jack Nicklaus y Ben Crenshaw y acerca al cántabro al primero de sus tres British (a los que suma dos Masters de Augusta), que continúa en un campo de Múnich donde Olazábal, el otro español que ha ganado alguna vez un grande (dos Masters), consigue un alegre albatros, que sigue pasando por Miguel Ángel Jiménez y su albatros de octubre de 1994 en el 17º de Valderrama, y que termina con la sonrisa de Sergio García, la fuerza joven, el prodigio que algún día ganará un grande, el símbolo de la fiebre española por el golf.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2002