Alrededor del colegio Rufino Blanco, en el barrio de Chamberí, hay varias antenas de telefonía móvil: unas en Santísima Trinidad y otras en Álvarez de Castro, justo enfrente del colegio. Soy vecina de esta última finca y escucho con preocupación lo ocurrido en el colegio de Valladolid.
Telefónica va a ampliar esa antena, sin que yo vaya a poder evitarlo y a pesar de estar absolutamente en contra, ya que vivo a pie de ella. Ante nuestra desconfianza, se ofrece más dinero a la comunidad de vecinos y ésta acepta sin tener en cuenta el daño que pueda ocasionarse.
Según los informes de Telefónica, los 'expertos' aseguran que no hay problema, pero 'recomiendan', por si acaso, no colocarlas frente a los colegios. El Ayuntamiento hace caso omiso de las recomendaciones de la ley recientemente promulgada. ¿Tendrá que haber nuevos casos de leucemia para que nos sensibilicemos de que hay que ser prudentes? La OMS no puede decir aún si nos afectará a largo plazo. Me parece poco serio que no protejamos a nuestra infancia y que sean los intereses de esas empresas los que manden.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 18 de enero de 2002