En los últimos días han aparecido en distintos medios de comunicación informaciones contra la señora Roser Veciana, concejal de Derechos Civiles de la ciudad de Barcelona, a quien a pesar de no conocerla personalmente nos sentimos en la obligación de apoyar públicamente al tiempo que nos indignamos por el acoso a que se la somete.
Como ciudadanos, hemos visto actuar al área de Derechos Civiles dando siempre la cara: en la comisaría de La Verneda defendiendo a los sin papeles, tanto en los momentos en que eran noticia como cuando no; en favor de las detenidas por formar parte de la caravana de mujeres antimilitaristas contra el desfile militar (mayo de 2000); por los detenidos en la manifestación antiglobalización de junio de 2001; en el asalto y detención de los okupas de la Kasa de la Muntanya... Que sepamos, ni se ha beneficiado con dichas actuaciones, ni ha obtenido un mayor caché electoral; eso sí, la integridad y congruencia demostradas en el cargo que representa nadie se la puede quitar, vaya nuestro apoyo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de enero de 2002