Cuatro activistas de la organización Alternativa para la Liberación Animal (ALA) se quedaron ayer en ropa interior delante de las puertas de Pielespaña para protestar por el uso de pieles de animales en prendas de vestir. La protesta fue secundada por un centenar de manifestantes que, vestidos con monos rojos, guadañas y caretas, increparon a los visitantes que llegaban al salón internacional dedicado a la moda en piel que se clausura mañana en Barcelona. La organización ecologista denunció que los animales criados en granjas para obtener su piel son recluidos en jaulas muy pequeñas y sufren torturas antes de su muerte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de enero de 2002