El devenir de la peseta durante algo más de 133 años de historia concluye el próximo 28 de febrero. Como despedida, EL PAÍS ofrece a sus lectores desde el próximo domingo 27 de enero una selección de 40 billetes históricos recogidos en el coleccionable El papel de la peseta. Durante ocho semanas y de forma gratuita, el diario distribuirá de lunes a viernes un nuevo billete impreso en papel moneda por la Real Casa de la Moneda. Las medidas de seguridad que caracterizan a esta serie limitada y numerada la convierten en un valioso recuerdo para mantener viva la memoria de la peseta.
La peseta nació en octubre de 1868 y resistió todos los envites históricos hasta febrero de este año. La moneda ha convivido con la monarquía, la república, la dictadura y, más recientemente, con la democracia. EL PAÍS quiere ahora conservar su recuerdo con una colección gratuita de 40 billetes que presentan todas las características de la moneda real, pero con medidas de seguridad que los identifican como piezas de colección. La selección recoge los billetes más representativos de la era de la peseta y de sus antecedentes.
La primera entrega, que se realizará el próximo domingo 27 de enero, incluye un billete de 1.000 pesetas emitido en 1965 con el retrato de San Isidoro. Además, se regalarán el archivador y la guía de la colección. El papel de la peseta concluirá con un facsímil por valor de una peseta emitido en 1953 y con el marqués de Santa Cruz en el anverso. Fue el último billete que el Banco de España emitió con tan escaso valor.
Los billetes no se entregarán por orden cronológico, sino que se intercalarán los más antiguos con otros más recientes. El ejemplar con mayor antigüedad incluido en la colección data de 1797, cuando la peseta aún no estaba en vigor. Corresponde a 600 pesos, una unidad anterior a la peseta, y satisfará a los nostálgicos de monedas anteriores. Fue emitido durante el reinado de Carlos IV, con un escudo de España coronado en el anverso y con el reverso en blanco. Los lectores también podrán atesorar dos ejemplares de reales de vellón (uno de 1798 y otro de 1835), así como tres de escudos, emitidos en los años 1866, 1868 y 1871.
Aunque la peseta existía como moneda desde octubre de 1868, no fue hasta julio de 1874 cuando se emitió el primer billete con esta moneda, con un valor de 25 pesetas. El ejemplar, incluido también en la colección, se convirtió en el primero que incluía el texto: "El Banco de España pagará al portador...".
El facsímil más reciente del coleccionable corresponde a febrero de 1976, con un valor de 5.000 pesetas. Fue la primera emisión del reinado de Juan Carlos I y está dedicado a Carlos III, creador del primer banco nacional en 1782. El monarca aparece en el anverso de la moneda y el reverso lo ocupa una ilustración del Museo del Prado.
Todos los billetes presentan el mismo tamaño, color y tacto de los originales. El papel utilizado realiza incluso el denominado carteo, sonido característico que produce un billete al agitarlo. La marca de agua de la Real Fábrica de la Moneda, las fibrillas luminiscentes visibles con luz ultravioleta, la matriz específica de la colección y un número de serie diferente para cada facsímil son otros de los elementos diferenciadores y de seguridad de la colección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de enero de 2002