Las aguas del Júcar se cobraron ayer la vida de Celestino Peiró, de 66 años, vecino de la población de Dos Aguas (La Hoya de Buñol). El jubilado cayó con su vehículo al río a su paso por la localidad valenciana de Millares (Canal de Navarrés) por causas que se ignoran, si bien se apunta a un accidente motivado por un descuido. Las primeras informaciones señalaban que se había precipitado desde el elevado puente que une ambas localidades, pero la Guardia Civil pronto rechazó tal hipótesis debido a que el coche apareció encallado aguas atrás, sin que presentara indicios de haber sufrido un fuerte impacto o de haberse despeñado. Todo parece indicar que el conductor intentó atravesar un vado en desuso cuando cayó a las aguas, que arrastraron al vehículo unos metros.
Dos hombres que se se encontraban pasando el día con sus familias en el enclave montañoso se tiraron al agua al advertir el coche. 'Parecía que había alguien dentro. Las luces del freno se apagaban y encendían', explicó uno de ellos. Pero no hallaron a nadie. El cuerpo sin vida apareció un poco más abajo, junto a unas rocas. Los efectivos desplazados al lugar (dos helicópteros de la Generalitat, bomberos y Guardia Civil) rescataron el cadáver que presentaba contusiones y síntomas de ahogamiento.
La noticia fue un mazazo para la familia de Celestino Peiró, que se había alarmado al ver que el trabajador jubilado de Renfe no llegaba a comer ni respondía al móvil. Su mujer y su hijo se mostraron desesperados. Hacía alrededor de un mes que había muerto por enfermedad un hijo del matrimonio. Vecinos del pequeño pueblo de Dos Aguas no daban crédito a la desgracia.
Ayer se desconocían los motivos por los que Celestino Peiró se encontraba en el lugar del suceso. Aficionados al piragüismo suelen partir del mismo vado para iniciar sus travesías. El moderno paso elevado, a su vez, es utilizado para practicar puenting.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 21 de enero de 2002