El Barcelona abrirá una investigación para constatar si alguno de sus jugadores lleva una vida privada desordenada y que afecta a su rendimiento en el campo, tal y como ya denunció el entrenador, Carles Rexach, en la arenga del pasado lunes. En este sentido, diferentes medios informaron ayer de que entre cuatro y cinco futbolistas celebraron una fiesta en el hotel de Madrid [Hesperia] donde estaban concentrados la noche anterior al partido que el Barça jugó contra el Rayo. Hay distintas versiones sobre el asunto, aunque se coincide en que la cita se habría producido tras la cena en una habitación de la planta octava, que en ella participarían cuatro señoritas y que el importe cercano al medio millón de pesetas se habría abonado con tarjeta.
"Yo estaba en el hotel de concentración de Madrid y no hubo ninguna fiesta, porque de haberla, me habría enterado", respondió Ángel Fernández, vicepresidente del Barça, cuando fue preguntado al respecto. Fernández precisó incluso que había demandado información al empleado del club que cuida de la vigilancia y la seguridad del plantel.
Pese al desmentido, a la directiva le consta y preocupa que determinados jugadores llevan una vida privada desordenada, y de ahí que el entrenador haya cambiado a veces el lugar de concentración del equipo en los partidos de la Liga de Campeones.
Hasta el momento, se sabe que Kluivert fue multado hace poco por dar positivo de madrugada en un control de alcoholemia situado en una zona de bares nocturnos de Barcelona. Pocos días después la prensa danesa denunció que varios internacionales holandeses -entre los que podían estar los azulgrana- habían participado en una fiesta previa al partido Dinamarca-Holanda.
El propio Carles Rexach reprendió el lunes pasado a los futbolistas en el vestuario. El técnico les acusó de ser poco profesionales y amenazó con tomar medidas drásticas tales como la de hacer público los nombres de los jugadores que se exceden fuera del campo si les identifica. Las amenazas de Rexach han causado malestar en el vestuario, por entender que el problema afecta sólo a un reducido grupo de jugadores y no a todo el plantel, por lo que se supone que los capitanes exigirán al técnico que particularice. No se descarta, en este sentido, que la información sobre la fiesta de Madrid haya sido filtrada por jugadores que se sienten perjudicados por la actitud de cuatro o cinco de sus compañeros. Rexach tomará medidas con vistas al partido del próximo domingo contra Osasuna. Kluivert será baja después que ayer fuera sancionado con un partido por insultar al árbitro del partido Rayo-Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de enero de 2002