Los bomberos acudieron a las 6.45 de ayer a la residencia de ancianos Avenida de San Luis, en la calle de Totana (Hortaleza), para liberar a M. C. P., una mujer de 82 años que, tras caerse de su cama, había quedado con el brazo derecho atrapado entre los barrotes de la barandilla de seguridad del lecho. Para liberar a la anciana sin que sufriera, los bomberos tuvieron que serrar uno de los barrotes de la barandilla. La mujer fue trasladada por el Samur al hospital La Paz con una rotura en dos huesos del brazo, el cúbito y el radio, y una posible fractura de cadera.
Mari Luz Gómez, directora de este centro de 54 plazas y miembro de la Asociación Madrileña de Residencias de la Tercera Edad (AMRTE), explicó que, en la tarde de ayer, la familia de la anciana le informó de que ésta no había sufrido finalmente una rotura de cadera.
'La caída no se ha debido a un fallo de la barandilla de seguridad. Lo que ha ocurrido es que la señora, que tiene alteradas sus facultades mentales, saltó por encima de la barandilla y cayó al suelo, quedándosele el brazo atrapado en ella. Como es una mujer con mucho peso, los únicos capaces de liberarla sin que sufriera más daño eran los bomberos, y por eso optamos por llamarles', añadió Gómez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 23 de enero de 2002