La Subdelegación del Gobierno en Almería advirtió ayer, tras la dura carga policial del martes contra un grupo de 300 inmigrantes sin papeles concentrados junto a la Alcazaba, de que 'no va a producirse ningún nuevo proceso de regularización, ni se van a permitir en forma alguna asentamientos o medidas de fuerza para la regularización de inmigrantes'.
La Subdelegación del Gobierno cifró el resultado de la carga policial en ocho heridos y 31 detenidos, pese a que Cruz Roja asegura que atendió en el lugar de los incidentes a más de una veintena de inmigrantes. La mayoría de los detenidos son extranjeros indocumentados que serán expulsados por la policía 'en el plazo más corto de tiempo que permita la ley', según la Subdelegación del Gobierno. Tres españoles fueron arrestados 'por resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad'.
Todos los partidos políticos, salvo el PP, y las organizaciones sindicales y no gubernamentales criticaron la carga dura policial. Pero las mismas organizaciones dieron la espalda al SOC, sindicato que organizó la concentración en demanda de permisos de residencia para los inmigrantes sin papeles. 'Ahora la Subdelegación no permitirá más concentraciones de inmigrantes', lamentó el presidente de Almería Acoge, Antonio Puertas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2002