El joven de 23 años entregado por su padre a la Guardia Civil de Martorell (Barcelona) como supuesto autor de la muerte de un camionero ingresó en prisión la noche del martes. El juez adoptó la decisión después de tomarle declaración durante varias horas en las que, según fuentes judiciales, Raúl Jiménez Carrasco admitó haber cometido el crimen, aunque precisó que no recordaba lo ocurrido. El acusado es un consumidor habitual de alcohol y de hachís y es muy probable que cuando ocurrieron los hechos se encontrase bajo los efectos de estas sustancias.
La familia del acusado sospechó de él cuando encontró en la vivienda ropa ensangrentada y una navaja de 17 centímetros de hoja. El crimen se produjo poco antes de las seis de la madrugada del domingo, cuando Pedro José Calvo, de 47 años, dormía en su camión y el joven acudió a robarle. El camionero se despertó y fue tras él, momento en el que el agresor le dio varios navajazos.
Antes, el camionero había llamado al teléfono móvil de su hermano, pero no respondió, y posteriormente a la Guardia Urbana de Barcelona. En esa grabación, aportada por la Guardia Civil al juzgado, se recoge una discusión entre el agresor y su víctima. El joven vive en el domicilio familiar y tiene una hija de menos de un año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2002