El coreógrafo Dani Panullo busca combinaciones dancísticas seductoras. La última consiste en fundir el breakdance, un baile callejero basado en piruetas en el suelo, con el butoh, una danza japonesa que nació tras la Segunda Guerra Mundial. El producto de la alianza es un espectáculo titulado Jukkuri, vocablo japonés que significa 'lentamente'. Los bailarines Carlos, Furu, Manolo y Michi intentan cautivar con este cóctel todas las noches al público de la sala Changó Club, donde permanecerán hasta el sábado.
La audaz propuesta tiene, además, un acicate estético, por el vestuario. 'Es de lo más variado, va desde la ropa de calle a los quimonos y prendas de tipo deportivo, muy del estilo de los breakers ', cuenta Panullo. Este acercamiento de Occidente y Oriente por la danza tiene gran tradición en Francia y Alemania. 'En España, sin embargo, es la primera vez que se hace', asegura el responsable de Jukkuri. El espectáculo dura algo más de una hora y la banda sonora oscila del hip-hop a la música tradicional japonesa y china.
Changó Club. Covarrubias, 42. Metro Bilbao. A las 23.00. Precio: 12,02 euros (2.000 pesetas).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2002