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Joxerra Melguizo lleva a Pamplona su 'pintura en movimiento'

Toda una exposición en un único cuadro videoproyectado. Una instalación de ambiente decimonónico descubre la pintura en movimiento del siglo XXI que el artista alavés Joxerra Melguizo (Vitoria, 1968) ha creado para la sala de arte de la UPNA, presentada en Pamplona bajo la denominación Sujeto y predicado, ensayos de percepción.

Melguizo ha trabajo dos años construyendo una reflexión visual alrededor del cuadro El caminante frente al mar de niebla (1818), del alemán Caspar David Friedrich, el pintor romántico por excelencia. El creador alavés ha transformado la imagen del caminante en su propia figura, integrada en el paisaje original, que se transforma en una sucesiva proyección de violencias y conflictos armados contemporáneos en los que la ocultación de los rostros de los combatientes, adquiere un especial significado. 'El espectador no se mueve. Es un cuadro recreado en una sala clásica que abre la imagen a toda una muestra de obras enmarcadas por videoproyección que plantean una relectura del paisaje y de la propia pintura', asegura Pepe Blasco, director de la pinacoteca universitaria navarra.

La instalación de Melguizo, un joven autor con una larga lista de exposiciones y reconocimientos nacionales e internacionales, se completa con tres grandes fotografías en color -Urbasa (2002), Berlín (2001) y Sujeto y predicado (2001)-, en las que el rostro encapuchado del artista desafía la fachada de diversas instituciones artísticas. 'La autoría del arte, la identificación del autor, quedan en entredicho', asegura Melguizo, que utiliza como fondo sonoro de la instalación el clásico del punk God save the Queen, de los Sex Pistols, para golpear la conciencia del espectador, rodeado de elementos del clasicismo expositivo transformados en caras ocultas. La filósofa Carla Locatelli afirma, al examinar la instalación que Nietzsche tenía razón: 'Todo lo que es profundo gusta de enmascararse: las cosas más profundas odian hasta la imagen y la semejanza'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2002