El escultor Zigor, el nombre por el que se conoce a Kepa Akixo (Aretxabaleta, 1947), inauguró ayer en la galería Epelde&Mardaras (Mazarredo, 65 bis), en Bilbao, una exposición con una veintena de piezas en madera, el material en el que encuentra 'un elemento de poesía y el nacimiento de la creación'. Las obras, siempre talladas en un solo bloque, evocan las figuras de un maestro y su discípulo, una pareja, un grupo que baila formando un corro o dos manos que sostienen un objeto. 'He trabajado siempre el fenómeno de las ataduras, de lo que une a los seres humanos', explica el autor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de enero de 2002