El alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), y el delegado del Gobierno andaluz en la provincia, Francisco Reyes, mantuvieron ayer una reunión para intentar desbloquear la ejecución de los grandes proyectos de la Administración andaluza en la capital jiennense. El encuentro sirvió también para enfriar el cruce de descalificaciones y de reproches sobre la demora de las actuaciones que ambas instituciones se habían lanzado en los últimos días. Tal fue el clima de crispación que el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, tuvo que mediar en la polémica y propuso la semana pasada este encuentro, que el alcalde jiennense no tardó en aceptar.
Sánchez de Alcázar y Reyes acudieron a la reunión, celebrada por la tarde en el Ayuntamiento de la capital con la asistencia de los responsables de obras y urbanismo de los dos organismos, dando muestras de su 'espíritu de colaboración' y su disposición al diálogo. El tono moderado del encuentro nada tuvo que ver con las posturas de ambos mandatarios en las horas previas. Por la mañana, el alcalde aprovechó una comparecencia informativa para presentar el mostrador de Jaén en Fitur para culpar a la Junta del retraso de proyectos como el teatro, palacio de congresos, albergue juvenil, museo de arte ibérico o la autorización para la construcción de El Corte Inglés en la antigua Escuela de Peritos. Otros proyectos, como son los casos de la carretera de circunvalación o el parque periurbano, acumulan casi una década de retraso. 'Ya está bien, no se trata de hacernos sólo la foto, sino de concretar plazos para las obras. Hay que pasar de las palabras a los hechos', espetó Sánchez de Alcázar, quien lamentó que en la actual legislatura no haya 'ni una sola obra emblemática de la Junta en Jaén'. Además, dijo que su ciudad merece el mismo trato que otras ciudades, como la vecina localidad de Linares -gobernada por el PSOE-, donde la licencia para El Corte Inglés se tramitó hace varios meses.
No es la primera vez que el alcalde jiennense desempolva su discurso del agravio comparativo. Ya el pasado mes de octubre acusó al Gobierno de Manuel Chaves de fomentar los localismos por su actitud 'sectaria y discriminatoria'. El consejero Gaspar Zarrías ha censurado las críticas de Sánchez de Alcázar a la Junta, una posición que él achaca a que 'el alcalde y sus lugartenientes están más preocupados por lo que pasa en los Juzgados y por hacer oposición a la Junta'. Por su parte, el delegado del Gobierno, Francisco Reyes, afirmó que la demora en la mayoría de los proyectos se debe a la falta de recursos del Ayuntamiento, 'que se dedica a desviar la atención y culpar a la Junta'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de enero de 2002