Aunque no se puede negar el grupo al que pertenece, la cocina de La Vaca Argentina tiene un sello especial y la ambientación resulta muy atractiva. Incluso con el comedor a rebosar se pueden mantener conversaciones sin forzar la voz, y sin la incordiante presencia de olores de cocina. Méritos importantes de este nuevo espacio, que ocupa un viejo caserón remozado junto a la estación de Renfe de Las Rozas.
Como es habitual en esta cadena, todo gira en torno a la carne argentina. Piezas de vacuno que, a diferencia de otros asadores, presentan dos características notables: el sabor de las propias carnes, de gusto suave, y la singularidad de los cortes de su país de origen. Junto al lomo alto y el lomo bajo, piezas nobles con garantías, que se sirven al peso y con el punto de asado elegido, se ofrecen tres cortes especiales a precios moderados: el asado de tira, muy sabroso, que incorpora los huesos de las costillas; el vacío, que corresponde a la falda del animal, de sabor suave pero entero, y la entraña, carne anexa al diafragma, de gusto intenso y que no satisface a todos los comensales. Como complemento, patatas asadas y dos salsas muy logradas. Se empieza con unos entrantes desenfadados que cubren su papel sin estridencias.
No está mal la parrillada de verduras; es contundente la empanadilla criolla y tiene un pase el queso provoleta a la parrilla. Entre los postres destaca el panqueque de dulce, más conseguido que el tiramisú y la tarta de castañas. La bodega, sólo para salir del paso. Imprescindible contar con reserva.
La Vaca Argentina. Carretera de A Coruña, km 18,200. Junto a la estación de Renfe. Las Rozas. Teléfono 916361001. Entre 21 y 24 euros (de 3.500 a 4.000 pesetas). No cierra ningún día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de enero de 2002