El caso del trompetista de una orquesta de Barcelona ha sido el último del que hemos tenido noticia en que la policía parece que actuó con violencia, y es posible que influenciada por estereotipos demasiado extendidos que se alejan del principio de igualdad que debe imperar en una democracia.
Los policías deberían ser los primeros en respetar las normas, y tienen que recurrir a la violencia con proporcionalidad para realizar su trabajo sólo si no hubiera otra opción.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 25 de enero de 2002