Ibrahim David R. R., de 30 años, se suicidó ayer de madrugada en el interior de una celda de la Jefatura Superior de Policía, en la Via Laietana de Barcelona. El detenido fue encontrado ahorcado a las 3.20 horas, después de haber hecho trizas, probablemente con los dientes, la manta que tenía para abrigarse. De esta manera pudo confeccionar una especie de cuerda que ató a la parte exterior izquierda de la puerta metálica de la celda y a su cuello.
La víctima, de nacionalidad española, tenía numerosos antecedentes policiales y penales por pequeños delitos. El pasado jueves por la tarde, apenas siete horas antes de acabar con su vida, había sido detenido en el centro de Barcelona por un coche patrulla de la policía acusado de un tirón. Por la mañana había quedado en libertad por orden judicial acusado de otro robo con fuerza cometido el pasado martes. Era drogadicto y durante esta primera detención en Jefatura solicitó su traslado al hospital Perecamps, como así ocurrió.
Al producirse los hechos el detenido se encontraba solo en su celda y, como ocurre siempre cuando un preso entra en un calabozo policial, se le había desposeído de los cordones, del cinturón y de cualquier objeto que pudiera utilizar para lesionarse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de enero de 2002