Éste es el primer titular, con la fotografía de unos niños avispados, del folleto Barcelona Informació del pasado mes de diciembre, que nuestro Ayuntamiento envía a los ciudadanos.
'Barcelona apuesta por la solidaridad' encabeza el artículo que explica el 'compromiso solidario' del Ayuntamiento con los países no desarrollados, así como las 'iniciativas dirigidas a sensibilizar a los ciudadanos en cuestiones de solidaridad, cooperación y cultura por la paz'.
Y después de leer todo esto, vienen las preguntas: ¿es solidario permitir la estancia de inmigrantes en la plaza de Catalunya durante semanas y después expulsarlos de golpe, sin ofrecer ninguna solución? ¿Es solidario permitir que muchas viudas y ancianos, ciudadanos de Barcelona, malvivan con pensiones miserables y sin suficientes ayudas? ¿Es solidario permitir que personas sin escrúpulos dispersen mujeres y niños por nuestras calles pidiendo caridad? Ser solidario, o decirlo, con kilómetros de por medio es fácil. Ser solidario con los de casa debe de ser más difícil y sobre todo más comprometido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de enero de 2002