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Crónica:

Cañizares lanza al Valencia

Los de Benítez juegan bien media hora y luego se agarran a su portero para ganar en el Insular

Con apenas media hora de buen juego, el Valencia capturó una victoria capital en las Islas Canarias. Capital porque le permite seguir enganchado al poblado tren de los primeros de la tabla. Marcó Mista, que acrecentó su notable promedio de goles. Jugó Aimar, que evidenció que se le puede sacar mucho partido. Mandó Baraja, mientras dispuso de gasolina. Y brilló Cañizares, que aguantó con gran personalidad la embestida canaria de la segunda parte, que fue bastante seria.

LAS PALMAS 0 VALENCIA 1

Las Palmas: Nacho González; Ángel, Sarasua (Orlando, m. 83), Schürrer, Paqui; Edu Alonso, Samways, Josico (Sequeiros, m. 71), Pablo Lago; Jorge; y Rubén (Carmelo, m. 83).

Valencia: Cañizares; Curro Torres, Ayala, Djukic, Carboni; Angulo (Fabio Aurelio, m. 65), De Los Santos, Rubén Baraja (Marchena, m. 84), Kily González; Aimar (Juan Sánchez, m. 73); y Mista.

Goles: 0-1. M. 7. Tras hacer la pared con Carboni por el flanco izquerdo, Kily González combina con Mista y éste, de tiro potente y cruzado, desde el borde del área grande bate al guardameta local Nacho González.

Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Baraja, Kily González y Curro Torres, los tres del Valencia. También mostró tarjeta amarilla a Fernando Vázquez, entrenador de la UD Las Palmas.

Unos 20.000 espectadores en el estadio Insular.

¡Vaya autopista abrió el Valencia por su costado izquierdo! Se puso juguetón el Kily González -que está muy fresco puesto que apenas acumula minutos-, se juntó con Mista, se les unió Aimar, y hubo fiesta en el estadio Insular. Se divirtieron durante la primera media hora. A las órdenes todos de Rubén Baraja, que ha asumido la jefatura del equipo sin complejos desde que regresara hace cuatro jornadas. Si llega al Mundial a este ritmo, con esta capacidad para leer el partido y para dirigirlo, Camacho dispone de un medio centro de muchas garantías.

La UD Las Palmas asumió su inferioridad en el primer tiempo. Entendió que sus posibilidades pasaban por el juego aéreo, donde Schürrer aprovechó la escasez de centímetros de la defensa valencianista por la ausencia de Pellegrino. Kily González salvó desde la misma línea de gol uno de los cabezazos de Schürrer que ya había superado a Cañizares. Más tarde, el meta valencianista afiló sus reflejos ante otro gran cabezazo de la delantera local, en una parada similar a la que le hizo a Helguera en el Bernabéu.

Fue casi la única amenaza canaria. Pues le tocaba el día grande a Ayala, capaz de lo mejor y de lo peor. Ayer sacó su perfil imperial. Sobradísimo. Lo mismo que Djukic, a quien apenas importa cuánto tiempo lleve sin jugar. No pierde la forma ni a tiros. Es casi un milagro. A sus 36 años.

Detalles para sibaritas: Pablo Aimar recibe un balón cerca del banderín del córner izquierdo del cuadro local, al final del primer tiempo. Está de espaldas a la portería y siente el aliento de Sarasúa en el cogote. ¿Qué hará? Una virguería: le pica un caño al defensa y se lleva la pelota de cara.

El Valencia se fue deshilachando con el trascurso de la segunda parte. Se aburguesó. Trató de vivir de las rentas. Y se descosió por los lados, donde Edu Alonso y Pablo Lago causaron estragos. Rafa Benítez intentó recuperar el equilibrio con un par de cambios: introdujo a Fabio Aurelio y Sánchez, que volvía dos meses después del accidente de circulación del que salió lesionado. Aportaron poco. Sufrió bastante el cuadro de Benítez y sólo la fortaleza de su defensa y, sobre todo, la de su arquero mantuvieron impoluta su portería.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de enero de 2002