La libertad se sirvió para todos, aunque sólo unos pocos (los más generosos) pagaran la factura de nuestra casi-ejemplar, casi-incruenta, transición a la democracia. Luis Javier, Enrique, Ángel, Francisco Javier, Serafín, Miguel, María Dolores, Luis, Alejandro, Arturo, Mari Luz... y todos los demás. Con nuestro más profundo agradecimiento por estos (esta vez sí) 25 años de paz. Algunos no pudimos ir ayer a Atocha. Nuestro reconocimiento hacia vuestra generosidad nos acompaña siempre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de enero de 2002