La acampada que el pasado viernes improvisó un grupo de jóvenes ante el Centro de Internamiento de Capuchinos de Málaga en solidaridad con los ocho inmigrantes trasladados allí tras ser detenidos en Almería sigue sumando nuevas tiendas de campaña. Ayer eran ya 30 las personas que habían decidido pasar las noches junto al centro, y los portavoces de los acampados manifestaron que 'nuevas organizaciones' han decidido sumarse a la campaña emprendida por el Movimiento contra el Paro, la Pobreza y la Exclusión Social; Jaleo; Ninguna Persona es Ilegal y el Sindicato Unitario Andaluz de Trabajadores.
Los acampados difundieron ayer un comunicado firmado por los ocho inmigrantes trasladados el viernes después de ser detenidos en una carga policial criticada por diversas asociaciones y partidos progresistas. En él, los detenidos denuncian el comportamiento de la policía. 'Sin que hubiéramos atacado a nadie, y menos a la policía, nos golpearon, nos tiraron gas lacrimógeno, nos llevaron a comisaría y nos tuvieron 48 horas sin mantas ni comida. Después, nos abrieron un expediente de expulsión y nos trasladaron a Málaga. No hemos atentado contra la policía ni contra nadie. Nos encontramos en una situación deprimente, lejos de nuestras familias, sin derechos', rezaba el mensaje escrito a mano, que concluía reclamando 'igualdad para todos'. Hasta ahora, los acampados están formando piquetes pacíficos en la entrada del centro. 'Miramos los furgones policiales cuando entran para ver quién va dentro. El centro está ya al límite de su capacidad', dijo uno de los portavoces, Rafael Doblas, que añadió que se preparan nuevos actos reivindicativos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de enero de 2002