El Centro Penitenciario de Huelva ha puesto en marcha un sistema de vigilancia electrónica para los presos consistente en que aquellos reclusos que estén en tercer grado y lo soliciten voluntariamente llevarán una pulsera o una tobillera para conocer su localización exacta fuera de la cárcel. El sistema consiste en una pulsera o tobillera que se cierra herméticamente y que a través de un moden y una línea telefónica envía una señal de localización a un sistema informático instalado en Madrid, donde salta la alarma si el preso rebasa la distancia límite (100 metros de su domicilio) en ese periodo de tiempo o si el aparato es manipulado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de enero de 2002