El acusado de asestar 17 puñaladas que causaron la muerte en marzo de 2000 a un hombre de origen checheno en Callosa d'En Sarrià declaró ayer ante un jurado popular que no recordaba los hechos, durante la vista oral celebrada en la Audiencia de Alicante. El procesado manifestó, no obstante, que la víctima le amenazó previamente con el arma homicida. El ministerio público considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, y le reclama una pena de 20 años de prisión y una indemnización de 120.202,42 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 28 de enero de 2002